domingo, 5 de noviembre de 2017

ANÁLOGOS, a veces no


Análogos de prostaglandinas en glaucoma primario de ángulo abierto.
Determinar el efecto sobre la córnea del tratamiento crónico con análogos de prostaglandinas en pacientes con glaucoma primario de ángulo abierto.

El glaucoma es una segunda causa de ceguera evitable en el mundo. La PIO continúa siendo el factor de riesgo modificable más importante y el objetivo de los tratamientos actuales contra el glaucoma. La exactitud de la medición, por lo tanto, es de gran importancia.

El tonómetro de aplanación Goldmann es la técnica más utilizada para medir la PIO. Hace tiempo se ha reconocido la relación entre la PIO y el espesor de la córnea central. Cuanto más delgado el espesor de la córnea central se lo asocia con el desarrollo y progreso de glaucoma primario de ángulo abierto, de ahí el creciente interés en la relación entre glaucoma y biomecánica de la córnea.



El analizador de respuesta ocular (ORA), es un tonómetro que proporciona lectura de PIO ajustada por biomecánica corneal, como así también parámetros viscoelásticos como histéresis corneal (HC) y factor de resistencia corneal (FRC). La HC es de especial interés para el tratamiento de glaucoma. Una HC baja está asociada con daño glaucomatoso avanzado. Asimismo, varios estudios han demostrado la recuperación de la HC después de tratamiento anti-glaucoma quirúrgico o con medicación.

El objetivo del presente estudio fue determinar el efecto del uso crónico de análogos de prostaglandinas tópicos sobre las propiedades biomecánicas de la córnea en ojos con glaucoma primario de ángulo abierto.
Participaron 35 pacientes con glaucoma primario de ángulo abierto bajo tratamiento crónico con análogos de prostaglandinas. Se suspendió el tratamiento en uno de los ojos de cada paciente durante 6 semanas, continuando con el tratamiento en el otro.

Se midió la histéresis corneal (HC), factor de resistencia corneal (FRC), presión intraocular compensada con la cornea (PIOcc), espesor de la córnea central  y PIO tonómetro Goldmann. Las mediciones se hicieron en línea de base (visita 1), 6 semanas después de la interrupción del tratamiento (visita 2) y 6 semanas después de reiniciar el tratamiento (visita 3).



Se demostró que la interrupción del tratamiento con análogos de prostaglandinas estuvo asociado con significativo aumento de la HC, FRC y espesor de la córnea central, además del aumento esperado de la PIO y que al retomarse el tratamiento se revirtieron dichos efectos.

Se ha observado que la biomecánica de la esclera peripapilar y la lámina cribosa juegan un rol importante en la patogénesis del glaucoma. Se cree que la HC sirve para determinar la habilidad de segmento posterior para soportar estrés. Una HC reducida está asociada con una subestimación de la PIO y como factor de riesgo de progresión de glaucoma.

Los análogos de prostaglandinas se supone que reducen la PIO mediante incremento del flujo saliente uveoescleral, con mínimo impacto sobre el flujo trabecular tradicional.



Algunos autores observaron aumento de la HC después del tratamiento con prostaglandinas, pero dichos estudios se realizaron en pacientes que utilizaron el tratamiento por primera vez y no como en este caso que eran pacientes tratados con monoterapia de análogos de prostaglandinas por al menos un año. La reducción de la PIO mediante medicación tópica o por intervención quirúrgica tiene como resultado la recuperación de la HC, por lo que creemos que el aumento de la HC de estos estudios se debe principalmente a la baja de la PIO.

Al igual que estudios anteriores, nuestros resultados confirman la asociación entre HC y daño glaucomatoso, aunque el estudio no estuvo diseñado con ese fin. El FRC también estuvo correlacionado con el daño glaucomatoso. Es probable que la HC evolucione a medida que avanza el glaucoma y que la asociación entre ambos se vuelve más evidente en la última etapa de la patología.

En el presente estudio, la interrupción de análogos de prostaglandinas redujo la subestimación de la PIO mediante el tonómetro Goldmann. Esto hace preocupante la exactitud de la medición de la PIO en pacientes tratados crónicamente con análogos de prostaglandinas. Además, estudios recientes indicaron que una HC más baja suele dar como resultado una mayor reducción de la PIO con el tratamiento tópico. Por lo tanto, se debe tener mucho cuidado al evaluar la eficacia de la reducción de la PIO, especialmente en pacientes con glaucoma más avanzado, que suelen tener una HC más reducida.



Se demostró que los pacientes bajo tratamiento prolongado con análogos de prostaglandinas presentan HC, FRC y espesor de la cornea central con valores inferiores a los obtenidos al suspender el tratamiento. Asimismo, comprobamos que la PIO Goldmann fue significativamente subestimada durante el tratamiento con análogos de prostaglandinas.

Confirmamos que dicha subestimación fue más importante en ojos con menor HC y que la HC y espesor de la cornea central estuvieron positivamente correlacionados en estos ojos. Finalmente, entre pacientes con glaucoma de gravedad moderada, los valores inferiores de HC y FRC estuvieron asociados con mayor daño glaucomatoso según la medición del campo visual y el espesor de la capa de fibras nerviosas retinianas mediante OCT.

Estos resultados exigen extrema cautela cuando se evalúa la exactitud del control de la PIO en pacientes bajo tratamiento crónico con análogos de prostaglandinas, especialmente aquellos con patología avanzada y menor HC.



Estamos de acuerdo; aun así no siempre los análogos de prostaglandinas son la primera elección. Hemos comprobado que los inhibidores de anhidrasa carbónica y algún betabloqueante, a veces es mejor empezar con ellos.


OFTALMÓLOGO ESTEPONA


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